La Importancia de Medir Nuestro Impacto sobre el Recurso Hídrico
La evaluación de la huella hídrica es un proceso que busca, basado en su eficiencia y equidad, la sostenibilidad en el uso de este recurso mediante una serie de fases se ponderan estratégicamente las huellas de agua verde, azul y gris. De esta forma se obtiene una amplia información para ejecutar acciones ambientales, económicas, sociales y políticas en beneficio de las organizaciones y el plan de desarrollo sostenible del país.
El proceso de medición de la huella hídrica debe seguir cuatro fases evaluadas por un consultor ambiental especializado y experto en ecoeficiencia.
1. Fase de Alcance y Objetivos
La evaluación de la huella hídrica puede tener muchos fines, pero todos empiezan mediante la delimitación de su alcance y objetivos. Por ejemplo, a nivel de gestión pública, puede buscar la sostenibilidad del recurso hídrico al mismo tiempo que sensibilizar a la población sobre su importancia. A nivel de las instituciones o empresas, conseguir esa sostenibilidad dentro de sus operaciones o cadenas de suministros, contribuyendo al plan nacional mediante la evaluación de un determinado sector productivo.
En cualquier caso estos objetivos deben establecer el alcance de las etapas posteriores, de acuerdo al tamaño y complejidad del sector a evaluar, el tiempo que tardará, su impacto económico y la respuesta esperada para lograr los resultados deseados.
2. Fase de Contabilización

Asegurando el recurso hídrico por el bien de las futuras generaciones.
La segunda fase de la evaluación de la huella hídrica consiste en recoger los datos relevantes para el estudio de acuerdo a los objetivos planteados. Estos también pueden apoyarse en datos globales como WaterStat, o estudios locales realizados anteriormente.
3. Fase de Evaluación de la Sostenibilidad
Una vez contabilizados los datos, sigue la fase de evaluación de la sostenibilidad, en donde se determina la eficiencia en el uso del recurso hídrico según su disposición y nuestras necesidades. En otras palabras, evaluamos si nuestro uso del recurso no excede los niveles máximos de regeneración del caudal ambiental provocando escasez (huella hídrica azul), si las aguas contaminadas responden a la capacidad de asimilación natural del ecosistema y los mantos acuíferos (huella gris) y el consumo de aguas pluviales que no llegan al suelo pero que forman parte agregada de los productos agrícolas (huella verde).
La ponderación de estos tres factores determina el impacto hídrico de muchos productos como la alimentación, el vestido o los materiales de construcción. La búsqueda del equilibrio y sostenibilidad de este recurso beneficia a una sociedad en su conjunto.
4. Fase de Respuesta y Formulación
Finalmente, una vez cumplidas las anteriores fases de objetivos, contabilización de datos y cálculo de sostenibilidad, viene la fase de estrategias de respuesta para reducir la huella de agua, implementando medidas de sostenibilidad. Estas medidas pueden ser tan diversas como mejorar las prácticas de medición y gestión del agua, hasta cambios en las tecnologías de producción, así como la inversión en reforestación de cuencas hidrográficas.
En ECOSEG Consultores podemos ayudar a su empresa a conocer mejor la utilización de sus recursos hídricos con el fin de optimizarlos en beneficio de su disposición responsable, así como en la ecoeficiencia de sus procesos productivos. Porque todo desperdicio afecta la competitividad, pero existen soluciones que además de mejorarla, pueden hacer de este un mundo con recursos garantizados para las próximas generaciones.
Acerca de este artículo en nuestro Blog: Evaluación Huella Hídrica
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